El acné es un problema común y a menudo incómodo para muchas personas. Aunque hay una gran cantidad de tratamientos disponibles para ayudar a tratar el acné, algunas personas prefieren optar por remedios caseros. Aunque estos remedios no siempre son eficaces para todos, pueden ser útiles en algunos casos.
Uno de los remedios caseros más populares para el acné es la limpieza diaria con agua tibia y jabón suave. Esto ayudará a eliminar la suciedad, el exceso de aceite y las bacterias que pueden contribuir al desarrollo del acné. Enjuague con agua fría después de limpiar para cerrar los poros y reducir la inflamación.
La vitamina E se ha demostrado que es eficaz para reducir la inflamación asociada con el acné leve. Puede aplicarse localmente mediante la colocación de una pequeña cantidad de aceite de vitamina E en puntos específicos sobre la piel afectada y masajear suavemente hasta su absorción. La vitamina E también se puede encontrar en forma de gel o crema en formato comercial y se recomienda como un tratamiento tópico para el acné.
Otro remedio casero comúnmente utilizado es el vinagre de manzana, que contiene ácido cítrico que ayuda a desinfectar la piel y reducir el exceso de secreción sebácea que contribuye al desarrollo del acné. Puedes hacer una mezcla usando una parte de vinagre con dos partes agua tibia, luego humedece un algodón con esta solución y aplícala sobre la zona afectada durante 15 minutos antes de lavarse bien con agua tibia.
Algunas personas también recomiendan el uso del aceite de árbol de té para tratar el acné leve debido sus propiedades antibacterianas. Se recomienda diluirlo primero con agua antes de su uso ya que es bastante fuerte y podría irritar la piel sensible. Simplemente coloca unas gotitas del aceite diluido en un pañuelo limpio y frota suavemente sobre las áreas afectadas durante varios minutos antes de lavarse bien con agua tibia.