La humildad es una cualidad de carácter que consiste en reconocer y aceptar nuestras limitaciones, errores e imperfecciones, así como la necesidad de depender y recibir ayuda. La humildad nos permite mantenernos abiertos al crecimiento y al aprendizaje, y nos ayuda a conectarnos con los demás. La humildad no significa ser débil ni modesto; más bien es una forma de autoconocimiento honesto, confianza en los demás y disposición para servir. Es una actitud que surge del respeto por uno mismo y por los demás.