Nemo es una palabra latina que significa ninguno. Se utiliza como pronombre para indicar la ausencia de alguien o algo. También se emplea para denotar el nivel más bajo en una jerarquía, la última posición o grado, o el límite inferior de lo posible. En este contexto, Nemo se traduce como “el último”. La frase “nemo me impune lacessit” significa literalmente “ninguno me ataca impunemente” y fue adoptada como lema nacional de Escocia en 1320.