
La concupiscencia es un concepto que proviene de la doctrina cristiana y se refiere a un deseo desordenado, impropio y pecaminoso. Para los cristianos significa el deseo desordenado de la carne, el cual corrompe el alma. Es una forma de lujuria, codicia o avaricia. La concupiscencia se considera como un pecado capital en la Iglesia Católica, lo que significa que es un vicio muy grave y puede llevar al pecado. Está relacionada con los sentimientos o emociones fuertes e inmorales como la ira, el orgullo o la envidia. Estas emociones tienen el poder de dañar nuestras relaciones con Dios y con los demás.