La segregación es un concepto que se refiere a la separación de grupos basados en características como la etnia, la raza, el género o cualquier otra marca de identidad. En el contexto latinoamericano, esta forma de discriminación tiene sus raíces en la colonización europea, donde los poderes coloniales impusieron divisiones entre los pueblos originarios y las culturas nativas.
La segregación puede manifestarse de muchas formas. Por ejemplo, un país con un gobierno autoritario podría implementar medidas para limitar el acceso a los bienes y servicios públicos para aquellos que no pertenecen al grupo dominante. También se define como la separación física de personas basadas en su origen étnico o racial. Esta práctica puede incluir el confinamiento forzado a zonas específicas o barrios con bajos niveles de desarrollo social y económico.
En cualquiera de sus formas, la segregación siempre representa una violación a los derechos humanos fundamentales ya que limita el acceso a la igualdad y equidad por parte de un sector de la sociedad.