Halloween fue inventado por los antiguos celtas hace más de 2000 años. Los celtas eran una tribu de Europa que celebraban el Samhain, un festival que ocurría al final del verano y el comienzo del invierno. Durante este festival los celtas creían que las puertas entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos se abrían. Conmemoraban el Samhain con rituales y creencias religiosas para honrar a sus antepasados difuntos. Esta celebración fue la inspiración para lo que hoy conocemos como Halloween.
A medida que la influencia de la cultura celta disminuyó, otras culturas adoptaron sus tradiciones en su propia forma. Esto resultó en Halloween adquiriendo nuevos significados e incluso elementos como disfraces, calabazas decoradas y caramelos.
A partir del siglo XIX, esta antigua fiesta se extendió por Estados Unidos y Europa Occidental y se convirtió en una noche divertida para niños pequeños que salían a pedir dulces a sus vecinos. Eventualmente, muchas personas también comenzaron a celebrarla con fiestas temáticas al estilo moderno.
En la actualidad, Halloween es una tradición popular en todo el mundo, especialmente entre los niños. Se celebra anualmente con disfraces, decoraciones temáticas y actividades divertidas como recorridos por fantasmas, juegos de mesa y más.