Las uñas postizas fueron inventadas en el siglo XIX por el americano Fredrick Smyth. El patentó su invento el 8 de agosto de 1882, aunque hay registros de que las mujeres llevaban uñas postizas desde finales del siglo XVIII. Smyth se hizo famoso por inventar una forma más cómoda de llevar uñas postizas. Las primeras versiones consistían en pequeñas planchas metálicas que se clavaban a la piel con alfileres o ganchos. La versión moderna de las uñas postizas es mucho más cómoda y segura. Están hechas con plástico flexible y adhesivos especiales para una mayor sujeción y durabilidad.


