El ultrasonido fue inventado en la década de 1940 por el físico inglés Sir Ian Donald. La idea detrás del ultrasonido era usar una señal electromagnética para generar ondas sonoras con alta frecuencia que pudieran ser detectadas por un dispositivo de escucha. Estas ondas sonoras eran entonces reflejadas hacia el dispositivo de escucha, permitiendo a los científicos ver imágenes internas del cuerpo humano sin tener que recurrir a técnicas invasivas. El primer instrumento de ultrasonido utilizado para realizar estudios médicos fue desarrollado por Donald y su colega John S. Reid en Glasgow, Escocia, en 1956. Desde entonces, el uso del ultrasonido se ha extendido enormemente como herramienta clave para diagnóstico médico.


