La cámara fotográfica fue inventada por el matemático y físico francés Joseph Nicéphore Niépce en 1826. El invento de Niépce, conocido como "heliografía", fue la primera forma de fotografía. Utilizó una placa de metal cubierta con una fina capa de material sensible a la luz para capturar una imagen sobre la superficie. La primera fotografía tomada por Niépce fue un paisaje desde su ventana en Burgundy, Francia.
Niépce descubrió que exponiendo algunas placas de metal a la luz por largos periodos de tiempo, se podían crear imágenes permanentes. Esto dio lugar a lo que se conoce como "proceso heliográfico", el primer proceso verdaderamente eficaz para guardar imágenes sobre una superficie plana. Sin embargo, este proceso era muy lento y costoso, lo que hizo que los primeros modelos de cámaras fotográficas fueran demasiado caros para el gran público.
En 1839, Louis Daguerre desarrolló su propio proceso para crear imágenes permanentes conocido como daguerrotipia. Esta técnica resultó ser mucho más rápida y menos costosa que la heliografía y permitió el desarrollo de cámaras fotográficas cada vez más baratas y accesibles para todos. La cámara fotográfica moderna fue refinada durante los siguientes 150 años para lograr los dispositivos digitales modernos que ahora usamos en nuestras vidas diarias.