
El fuego fue inventado por el hombre primitivo hace aproximadamente 1.5 millones de años. Fue uno de los mayores avances tecnológicos de la prehistoria. El fuego permitió al hombre alimentarse mejor, calentar sus refugios y usarlo para su propia defensa. La forma exacta en que el hombre primitivo descubrió el fuego es desconocida, pero hay varias teorías sobre cómo pudo haber sido descubierto. Estas incluyen el uso de rayos del sol para provocar un incendio, la utilización de la electricidad estática generada por un rayo o la producción deliberada del fuego mediante el golpe rítmico de dos pedazos de piedra.
La popularidad del fuego creció rápidamente entre los humanos primitivos y se convirtió en un elemento clave para su supervivencia y desarrollo. El fuego proporcionaba calor, luz y protección contra los depredadores nocturnos. También permitió la cocina y el secado de alimentos, lo que contribuyó a la diversificación de la dieta alimentaria del hombre primitivo y mejoró su salud y bienestar general. Por último, el fuego también ayudó a los humanos a fabricar herramientas más eficientes, como hierro fundido y utensilios de cocina mejorados.