El jabón líquido fue inventado por Robert S. McNeill en 1980, cuando trabajaba para la compañía Procter & Gamble. La idea surgió de una necesidad de encontrar una alternativa al jabón tradicional en barra. El jugo de limón y el aceite de oliva eran los ingredientes principales de la primera fórmula del jabón líquido. Estos ingredientes se mezclaron con otras sustancias naturales como extractos herbales, aceites esenciales y emolientes, para crear un producto limpio y suave para la piel. Algunos otros productos que hicieron su aparición en el mercado eran desinfectantes para manos, limpiadores, etc., hechos con la misma base de jabón líquido. A partir de entonces, el jabón líquido se ha convertido en un elemento básico del cuidado personal y se ha utilizado ampliamente tanto en el hogar como en el ámbito industrial.