El jabón fue inventado por los antiguos babilonios hace más de 5.000 años. Estaban interesados en el uso de una mezcla de aceite y cenizas para limpiar la piel, el cabello y la ropa. Esta receta pasó por muchas variaciones a lo largo de los años, hasta que finalmente se convirtió en algo similar al jabón moderno. En el siglo VIII, los árabes comenzaron a producir jabón a partir de cenizas vegetales y animales, aceite de oliva y sal marina. Más tarde, los europeos desarrollaron procesos adicionales para hacer jabón con grasa animal u otros aceites vegetales. Hoy en día, la mayoría del jabón que se produce está hecho principalmente con aceites vegetales como el coco o el palma.