La máquina de coser fue inventada por Thomas Saint, un carpintero inglés, en 1790. La primera máquina de coser mecánica consistía en una aguja con ojal y un mecanismo básico que usaba una palanca para mover la aguja hacia arriba y hacia abajo. El diseño de Saint tuvo limitaciones importantes, incluyendo la necesidad de reemplazar manualmente la aguja cada vez que se usaba. Durante los siguientes doscientos años, otros inventores trabajaron para perfeccionar el diseño inicial de Saint. En 1851, Isaac Singer creó la primera máquina moderna, con una rueda dentada que impulsaba a la aguja en movimientos continuos y regulares. Esto permitió el uso de agujas con ojales permanentes, lo que significó que no era necesario reemplazarlas cada vez que se cosía algo. Desde entonces, los avances en tecnología han resultado en una variedad de máquinas modernas con diferentes funciones y características; sin embargo, la base para todas las máquinas sigue siendo el diseño original de Thomas Saint.