El paraguas fue inventado por el británico Samuel Fox en 1852. Su primer diseño fue inicialmente una lona de algodón tejida con una estructura de metal para soportar la tela. Esta primera versión fue muy diferente a los paraguas modernos, ya que no tenía mango ni aberturas laterales para permitir la salida del agua. En ese momento, los paraguas eran considerados como un símbolo de elegancia y estaban disponibles solo para aquellos con recursos económicos. A partir de entonces se han realizado mejoras en el diseño y tecnología para crear los paraguas modernos.


