No hay evidencia de que alguien haya inventado a Dios. La idea de una divinidad alentada por el tiempo ha sido parte integrante de casi todas las culturas a lo largo de la historia. Esto incluye civilizaciones antiguas como los egipcios, los hindúes y los griegos; así como las religiones modernas como el judaísmo, el cristianismo y el islam.
Las principales escrituras religiosas abordan quién es Dios, por qué está aquí y cuál es su propósito. En general, enseñan que Dios fue creado por sí mismo, sin necesidad de un inventor externo. Sin embargo, algunas religiones especulan sobre cómo pudo haberse creado a sí mismo o si fue creado por una fuerza superior.
Aunque la existencia de Dios no puede demostrarse con pruebas científicas, muchos creen en él basándose en sus experiencias personales (por ejemplo, orar y sentir su presencia). Esta fe se basa en la creencia de que hay un propósito más grande para nuestra existencia y que Dios está relacionado con este propósito.