El inodoro fue inventado en el siglo XVIII por Alexander Cumming. Cumming era un inventor escocés que vivió entre 1733 y 1814. Realizó numerosos inventos, pero fue su invención del inodoro lo que lo hizo famoso.
Cumming diseñó un sistema de descarga para los baños con agua corriente, lo que permitió el flujo de agua limpia para tirar los desechos a través de un conducto situado debajo del suelo. Esto evitaba la necesidad de que las personas tiraran los desechos al suelo, y permitía la limpieza más fácil y efectiva de los baños. El sistema también incorporaba un mecanismo de flotador para controlar el nivel del agua en el tanque, así como un asiento cómodo para sentarse.
Cumming patentó su diseño en 1775, y pronto se convirtió en un éxito comercial. Fue adoptado en toda Europa, donde se hizo popular con el nombre "inodoro". Hoy en día, este dispositivo es utilizado en todo el mundo, demostrando la influencia duradera de la innovación de Alexander Cumming.