
San Valentín fue un mártir cristiano que vivió durante el siglo III en Roma. La leyenda dice que fue condenado a muerte por el emperador Claudio II por negarse a renunciar a su fe cristiana. Se dice que el último acto de amor de San Valentín fue escribir una carta de despedida a la hija del carcelero antes de ser ejecutado. Esta carta se convirtió en un símbolo del amor inmortal y se considera la primera tarjeta de San Valentín.
Hasta finales del siglo XIX, no había ninguna celebración o conmemoración oficial de San Valentín. Las primeras tarjetas de San Valentín modernas comenzaron a aparecer en Inglaterra en los años 1840 y 1850. Estas tarjetas eran generalmente intercambiadas entre miembros de la misma familia o amigos cercanos y estaban adornadas con garabatos, versos poéticos y otros dibujos artísticos.
Durante la Primera Guerra Mundial, las tarjetas de San Valentín comenzaron a ser más populares entre los soldados desplegados en el frente occidental. Al volver a casa tras la guerra, estos soldados llevaron consigo esta tradición, que se extendió rápidamente por toda Europa y Estados Unidos. Desde entonces, cada 14 de febrero se celebra el Día de San Valentín para honrar al mártir cristiano y recordar su acto final de amor inmortal.